Contexto
Los etruscos
Arquitectura arquitrabada (origen griego) y de arco (etrusca)
La Cloaca Máxima (¿600 a.C. ?) ARQUITECTURA CIVIL
Las tumbas de Tarquinia
ARQUITECTURA FUNERARIA
Cerveteri
PINCHA PARA VER EL VÍDEO Vídeo de las tumbas etruscas
TARQUINIA
Templo
Volterra
Música de banquete o fiesta romana
Ciudad romana
Foro romano
Los foros romanos
ARQUITECTURA CIVIL Y RELIGIOSA
Casa e insula romana
República
Imperio
Anfiteatro
Luchas de gladiadores, fieras y cristianos.
Música de espectáculo de gladiadores
Coliseo con las lonas
Circo romano
Carreras de cuádrigas, atletismo
Templo
Templos pseudoperípteros
Panteón
Termas de Caracalla. Roma
Del teatro griego al romano
Tumbas romanas y Catacumbas cristianas en la Vía Apia
OBRAS DE INGENIERÍA
Acueducto de Segovia
Puentes
En España muchos de los puentes romanos siguen en funcionamiento, algunos de ellos tal y como fueron originalmente, otros modificados. Los ingenieros romanos fueron verdaderos maestros en su construcción, ya que eran elementos fundamentales para el acceso a ciudades, que con intención se situaban en las inmediaciones de ríos. El motivo de esta ubicación era tanto defensivo como infraestructural -abastecimiento y desagüe-. Es evidente, que la gran red de vías romanas que se desplegó en la península necesitaba muchos puentes, con lo que los construidos fueron numerosos.
Muchos de los puentes que se construyeron más tarde, en la Edad Media, pasaron erroneamente por romanos. Para ello podemos dar una serie de características, no determinantes, pero que nos pueden ayudar a distinguir el origen romano de las construcciones:
Arcos no apuntados.
Fábrica de sillares muy elaborados y frecuentemente almohadillados.
Pilares rectangulares desde la base, con tajamares triangulares o circulares adosados que se cortan antes de llegar a los pretiles.
calzadas
El mundo romano era muy amplio y había que comunicarlo de una manera eficiente. Para ello, se construyó en todo el territorio una extensa red de calzadas, que no solo hacía que aumentasen las relaciones económicas y sociales, sino que habilitaba una forma rápida de trasladar los ejércitos, y, así, defender los núcleos de población. Estas vías necesitaban atravesar montañas y pasar sobre grandes ríos, construyéndose para ello puertos de montaña y puentes, fijos y estable
Una impresionante red de vías unía todo el territorio romano. Esta, partía radialmente desde la misma Roma, de aquí el dicho: "todos los caminos conducen a Roma". A medida que se conquistaban territorios se les dotaba inmediatamente de calzadas, comunicando así los distintas plazas fuertes, campamentos o ciudades.
No todas las calzadas eran de igual categoría: existían las terrenae, -de tierra, muy comunes-, las glarea stratae -una calzada empedrada con guijarros o pequeños cantos rodados, zahorra- o las silice stratae -de piedras de medio tamaño-.
Pero la calzada ideal, que solo se construyó en la mejor época del Imperio, era la que llagaba a las grandes ciudades. Tenía hasta un metro de espesor, y constaba de los siguientes elementos:
El statumen o cimientos que se adecuaban a las características de la zona.
El rudus, una capa de cascajos sobre los cimientos.
El nucleus, directamente encima del rudus se extendía arena y cal mezclada con cantos rodados y todo ello apisonado.
El pavimentum -summa crusta o summa dorsum-, de losas encajadas con piedras más pequeñas y esquirlas metálicas. Su superficie estaba peraltada en las zonas necesarias y ligeramente abombada, para la evacuación del agua de lluvia.
A sus lados existían canales para la recogida y conducción del agua. Además se señalizaba con mojones que indicaban distancias, llamados milliarios. Algunas de ellas, ya en la ciudad o cerca de ella, tenían aceras elavadas para el peatón.
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